¿Alguna vez te has preguntado cómo es que tu cuerpo ha logrado superar el 100% de los retos a los que se ha enfrentado? Porque claro, si estás leyendo esto es porque has tenido la capacidad de sobrevivir. La respuesta es simple: tienes una máquina perfecta que trabaja incansablemente para mantenerte con vida y aunque lo ha hecho muy bien, con los adaptógenos podría hacerlo aún mejor.
Los adaptógenos son sustancias naturales extraídas de plantas, raíces y hongos capaces de apoyar a cada sistema a lidiar con situaciones de estrés, pero ¿cómo lo hace? En este artículo te lo contamos.
→Si aún no tomas Melena de León y te desconcentras fácilmente, te dejamos un resumen que nos hizo Chat GPT.
Ahora sí, empecemos.
El estrés es como ese amigo que llega de visita en el peor momento: no tendiste la cama, los platos están sucios, estás en pijama y buscas desesperadamente dónde dejaste las llaves. Y aunque puede ser incómodo, gracias al estrés -o ese amigo- es que logras salir de la crisis.
Ante cualquier estímulo estresante, se activan una serie de respuestas automáticas para protegerte y ayudarte a sobrevivir. Desde la liberación de adrenalina que te pone en modo alerta hasta la producción de cortisol, que hace que suba rápidamente la glucosa en sangre para que tengas el combustible necesario para enfrentarte al peligro. Cada paso está cuidadosamente orquestado para darte la mejor oportunidad de salir ileso de la situación.
Pero aquí está el problema: en nuestra cotidianidad, el estrés se ha convertido en una constante. Ya no estamos luchando contra un animal que nos está persiguiendo o escapando de un desastre natural, sino que nos enfrentamos a jefes insoportables, crisis amorosas, miles de facturas y a la presión inminente de tener querer parecernos a los influencers con vida perfecta. Este estrés prolongado puede tener un impacto muy negativo en nuestro cuerpo, causando daño celular, desequilibrios hormonales y contribuyendo a una variedad de enfermedades físicas y mentales.
Es aquí donde entran en juego los adaptógenos. Estas increíbles sustancias apoyan a cada sistema de tu cuerpo para que se adapte y resista el estrés de una manera más efectiva actuando como reguladores naturales, ajustando tus niveles hormonales y neurotransmisores para mantener un equilibrio interno saludable, incluso en medio del caos externo.
Pero, ¿cómo lo hacen exactamente?
Cada adaptógeno tiene su propio mecanismo de acción. Algunos trabajan directamente sobre las hormonas del estrés, como el cortisol, ayudando a regular sus niveles para evitar picos y caídas bruscas. Otros actúan sobre los neurotransmisores, mejorando la comunicación entre las células nerviosas y promoviendo una sensación de calma y claridad mental. Y luego están aquellos que influyen en la microbiota intestinal, fortaleciendo tu sistema inmunológico y mejorando tu salud digestiva, lo que a su vez puede tener un impacto positivo en tu bienestar general.
Gracias a estos mecanismos de acción, los adaptógenos tienen la capacidad de reducir la respuesta de alarma inicial y fortalecer tu resistencia al estrés, haciendo que sea mucho más fácil entrar en una fase de recuperación y regeneración. Esto significa que incluso después de enfrentarte a situaciones estresantes, tus tejidos y células pueden recuperarse más rápidamente y volver a un estado de equilibrio y armonía.
Entonces, si al igual que nosotros ya intentaste respirar profundo, meditar antes de dormir y tomar vinagre de manzana en ayunas, pero aún así sientes que en tu vida es más constante el estrés que el WIFI, te invitamos a incluir en tu vida los adaptógenos y hackear tu realidad con esta herramienta invaluable que nos da la naturaleza para enfrentar los desafíos con calma, claridad y vitalidad.
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Resumen para los que aún no toman Melena de León:
Cuando te encuentras frente a una situación estresante, tu cuerpo se activa en modo de supervivencia. La adrenalina comienza a fluir, luego, entra en juego el cortisol, que aumenta la glucosa en sangre para darte el combustible necesario para luchar o huir. Esta respuesta instintiva ha sido fundamental para nuestra supervivencia a lo largo de la evolución, pero en el mundo moderno, donde el estrés es constante y crónico, puede causar estragos en nuestra salud física y mental.
Ahí es donde entran en juego los adaptógenos. Estas increíbles sustancias actúan como un equipo de expertos en gestión del estrés dentro de tu cuerpo. Algunos trabajan directamente sobre las hormonas, evitando picos y caídas bruscas. Otros adaptógenos actúan sobre los neurotransmisores, mejorando la comunicación entre las células nerviosas y promoviendo una sensación de calma y claridad mental. Y otros influyen en la microbiota intestinal, fortaleciendo tu sistema inmunológico y mejorando tu salud digestiva.
Al reducir la respuesta de alarma inicial y fortalecer tu resistencia al estrés, los adaptógenos hacen que sea mucho más fácil entrar en una fase de recuperación y regeneración. Esto significa que incluso después de enfrentarte a situaciones estresantes, tu cuerpo puede recuperarse más rápidamente y volver a un estado de equilibrio y armonía.