El cerebro tiende a repeler aquellas situaciones que le generan incomodidad, como esas conversaciones que llevas posponiendo meses y empiezan a pasar factura. Y como sabemos que la palabra es una herramienta indispensable para sanar, te dejamos algunas recomendaciones para que transites esos momentos de una manera más sana.
NO HUYAS, ENTRE MÁS LO POSPONES MENOS LO RESUELVES.
Pon un recordatorio, cita en el calendario o un post it que te recuerde que tienes una cita importante. Cuando los pendientes están visibles, la acción es posible.
¿DE QUÉ QUIERES HABLAR? PRIORIZA Y NO TE VAYAS POR LAS RAMAS.
Haz un listado de aquellos ítems que crees son cruciales de conversar; pero no te excedas, recuerda que la capacidad de mantener la atención cada día se reduce. Una conversación a la vez.
SET AND SETTING; EL DÓNDE, CUÁNDO Y CÓMO SÍ IMPORTAN.
- El lugar, el día y la hora juegan un papel crucial. Elige un espacio en donde se puedan escuchar fácilmente y en el que no hayan distracciones. Elige, también, una hora en la que las reuniones o pendientes no corten el flujo de la conversación.
- Recuerda activar los estímulos olfativos con velas, humidificadores, inciensos o sahumerios y poner alguna lámpara para amenizar el espacio desde lo visual.
- Pon una playlist con tu música favorita o elige sonidos que puedan tranquilizarte (ondas binauráles gamma, ruido blanco).
NO HAGAS SUPOSICIONES, HAZ BUENAS PREGUNTAS.
Pregunta de manera clara a la otra persona sobre lo que piensa y siente frente a una situación, no asumas que sabes “la verdad”.
ESCUCHA CON EMPATÍA, TÚ TAMBIÉN LO HAS SENTIDO.
Todos experimentamos sentimientos similares de alegría, tristeza, pérdida, amor, miedo, soledad, orgullo, vergüenza, culpa, alivio y euforia. Si escuchamos de una manera que nos permita relacionarnos con ese sentimiento común o experiencia humana, podemos mejorar nuestra conexión y comprensión hacia otros.
VISUALIZA TUS EMOCIONES PERO NO SEAS PRESO DE ELLAS. MÁS CURIOSO QUE FURIOSO
Permita que existan, reconócelas y nómbralas pero no te dejes guiar por ellas. Recuerda que una emoción dura 90 segundos, así que no permitas que secuestren el curso de la conversación.
CUANDO HAY QUE HABLAR DE DOS, ES MEJOR EMPEZAR POR UNO MISMO (SÍ LO DIJO SHAKIRA)
Son mejores las declaraciones en primera persona y evitar culpar o atacar a la otra persona. Por ejemplo, en lugar de decir "siempre haces esto", di "me siento herido cuando esto sucede”. Se trata de expresar lo que pensamos y no de una lucha entre yo versus el otro; no somos adversarios.
NO TIENES QUE ESTAR DE ACUERDO, PERO HAY QUE LLEGAR A ACUERDOS.
No se trata de pensar igual a la otra persona, las conversaciones deben construir puentes que nos acerquen. Por eso cerrar la sesión con nuevos pactos puede ser un buen inicio.