Si como nosotros crees que una vida en la que no quede tiempo para lo realmente importante no tiene mucho sentido y estás en búsqueda de herramientas para aumentar tu productividad, llegaste al lugar correcto.
A menos de que seas un heredero, probablemente tu cotidianidad se parece a un calendario de Google lleno de pendientes, reuniones y cosas por hacer. Cada año haces un mapa de los sueños con viajes que nunca cumples, de citas románticas que nunca se dan, nuevos hobbies para los que nunca llegas a sacar tiempo y experiencias que se quedan en tu imaginación porque llegas demasiado cansado el fin de semana como para hacer algo diferente a devorarte una serie y pedir un domicilio.
¡Esto no tiene sentido! Por eso hoy queremos hablarte de una manera en la que no solo tendrás más tiempo para lo que realmente vale la pena, sino que probablemente transformarás por completo tu relación con el trabajo. darte algunos consejos que sí funcionan para sacar el máximo provecho de tus días trabajando de forma más inteligente para que al final del día, tengas tiempo para lo que realmente vale la pena.
→Si tu día a día es tan caótico que no tienes tiempo para leer este artículo, puedes leer el resumen aquí 😀
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¿Alguna vez has sido consciente de la capacidad que tenemos para demorarnos eternidades terminando tareas que podrían haberse desarrollado fácilmente? o al contrario ¿has terminado alguna tarea en tiempo record cuando ya no había espacio para procrastinar más? Esto, aunque parece obvio, ya ha sido estudiado y para explicártelo, viajemos unas décadas atrás.
En 1957, tras la Segunda Guerra Mundial, la Marina Británica había reducido significativamente el número de barcos en su flota, pero el número de empleados crecía aceleradamente sin justificación aparente. Fue entonces cuando el historiador británico Cyril Northcote Parkinson notó este fenómeno, que dio lugar a la "Ley de Parkinson", publicada por primera vez en "The Economist". Esta ley dice que "el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para su realización", mostrando cómo la productividad puede aumentar significativamente cuando se reducen los plazos para completar las tareas.
Esto, lo podemos explicar en términos más simple con una situación a la que seguramente te has enfrentado:
Imagina que tienes una semana para hacer una presentación. Tienes tiempo de sobra, entonces decides que puedes empezar a avanzar poco a poco. Te tomas tu tiempo buscando millones de fuentes en internet, ojeas los reportes, buscas con paciencia cada imagen, procrastinas un poco, creas múltiples versiones y perfeccionas hasta el último detalle. ¿El resultado? una semana entera gastada en algo que podrías haber hecho en mucho menos tiempo.
Ahora, ¿qué pasaría si durante la semana te enfermas y quedas solo con un día disponible para hacer la presentación? Aquí es donde entra el superpoder de la Ley de Parkinson. De repente, el tiempo se convierte en tu aliado. Te centras, dejas de lado las distracciones, y ¡pum! La presentación está lista, y es probable que sea igual de buena, o incluso mejor, porque te enfocaste en lo esencial.
Este es un ejemplo simple de lo que ocurre cada día en una jornada laboral cualquiera. Dedicamos demasiado tiempo a tareas poco necesarias, nos desenfocamos y cuando menos pensamos, son las 5:00 de la tarde y no has terminado ni la mitad de tus pendientes.
Aquí es donde podemos aplicar la Ley de Parkinson para realizar más tareas en menos tiempo, liberando tiempo libre para disfrutar. Pero esto no ocurrirá si sigues aplicando las mismas estrategias de siempre. A continuación, te presentamos nuestras estrategias favoritas para trabajar de manera más inteligente:
- Técnica Pomodoro: Esta técnica implica trabajar en bloques de tiempo de 25 minutos con descansos de 5 minutos entre ellos. Luego de 4 bloques, podrás descansar durante 20 minutos seguidos. Esta estructura tiene plazos pequeños y manejables, lo que aumenta la concentración y reduce la fatiga.
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Herramientas de automatización: Busca herramientas que te permitan automatizar tareas del día a día como programar pagos, agendar reuniones, etc. esto te liberará tiempo para concentrarte en tareas que realmente suman.
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Software de gestión de proyectos: Plataformas como Asana o Trello son excelentes para visualizar las fases de un proyecto y ajustar plazos de manera efectiva para prevenir la dilatación del trabajo.
Recuerda que el objetivo final de ser productivo es tener más tiempo para lo que realmente importa: tu vida personal y tus pasiones. La productividad no se trata solo de hacer más trabajo en menos tiempo, sino de asegurar que el trabajo no domine tu vida.
¿Te animas a aplicar la Ley de Parkinson? Nosotros ya lo hicimos y escribimos este blog en tiempo record ;)
Conoce nuestros adaptógenos aquí.
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Resumen para los que aún no aplican la Ley de Parkinson
¿Alguna vez has sido consciente de la capacidad que tenemos para demorarnos eternidades terminando tareas que podrían haberse desarrollado fácilmente? o al contrario ¿has terminado alguna tarea en tiempo record cuando ya no había espacio para procrastinar más? Aunque no lo creas, este fenómeno ha sido teorizado en 1955.
La "Ley de Parkinson", sostiene que el trabajo se expande para llenar el tiempo que se le asigna, sugiriendo que determinando menos tiempo para realizar una tarea, puede mejorar tu productividad y por ende, tendrás más tiempo libre.
Algunas técnicas para lograr hacer más trabajo en menos tiempo son:
- Técnica Pomodoro: Trabajar por bloques de 25 minutos seguidos de descansos cortos.
- Herramientas de automatización y plataformas de gestión de proyectos: como Asana o Trello, que ayudan a organizar y acelerar las tareas.
- Adaptógenos: útiles para mejorar la concentración y disminuir el estrés.
El objetivo es trabajar de manera más inteligente para liberar tiempo y disfrutar más de la vida, asegurando que el trabajo no domine nuestro día a día.
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